Quantum Of Solace

Mucho se ha discutido sobre la nueva película de James Bond en las últimas semanas, que si han traicionado al espíritu de la saga, que si se trata del peor Bond, del mejor (Craig, mientras tanto, debe estar riéndose todavía, su carrera relanzada hasta límites que ni él debía imaginar), que si el nuevo rumbo que ha tomado la franquicia es un error, que si es el mayor acierto posible. La cuestión es sencilla. Número uno de taquilla USA, arrasando por todo el mundo. Película menor, quizá. Pero un Bond que engancha, eso es indudable.

Por supuesto, el personaje de Bond lleva tantos años dando guerra que cualquier cambio será examinado con lupa por hordas de incondicionales. Sin embargo, yo, que nunca que sido demasiado entusiasta del agente secreto más famoso de la historia, haré un análisi mucho más simple, si se quiere, pero que justifica de sobra por qué me ha gustado Quantum of Solace.

Primero. Personajes. Sí, este Bond es la antítesis del personaje que encarnó Sean Connery. Es un hombre traicionado, hundido, con ansias incontenibles de venganza. Y esa venganza es la película, ni más ni menos. Como siempre, el protagonista lucha contra villanos (quizá la parte débil del film, unos malos algo descafeinados), mientras alterna con mujeres bellísimas, que además, en esta película cobran especial importancia, siendo una de ellas (Olga Kurilenko) quizá la mujer más interesante de toda la saga, y la otra (Gemma Arterton) un gran homenaje a otra archiconocida película.



Segundo. La historia. Algo pobre quizá, pero aceptable si se tiene en cuenta que es una continuación (ya no es necesario presentar demasiado, simplemente Bond yendo a lo suyo). Los métodos de Bond, geniales, puede ser colosal este nuevo rumbo si se explica bien la evolución (no olvidemos que la era Craig corresponde al origen de 007), de un asesino sin piedad, rudo y sin clase, al gentleman cuya figura inevitablemente remite a Sir Connery.

Tercero. La acción. Más que suficiente. Sí, se copian las escenas de la saga Bourne. Y qué. Me parece una elección acertada, ya que además de darle más realismo al personaje en sí, se lo dan también a las peleas, algo totalmente coherente.

En fin, no será la obra maestra del año, pero una imprescindible. No me extraña que la saga se haya relanzado como lo ha hecho. Se podría desarrollar mucho más, cierto, pero es Bond, no es una película autoconcluyente, así que espero muchísimo de las secuelas.

PD: He oído que en las siguientes podrían explicar el origen de Q y de Moneypenny (rumores, claro). Gran acierto, construir el mundo Bond desde sus cimientos. Una entrada ya tienen vendida para la siguiente entrega.


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