19/6/08

John Howard


Muchos conocéis mi adoración por Australia, país en el que he tenido la suerte y el orgullo de haber podido vivir dos meses de julio en mi corta vida. Incluso algunos habéis podido ver la enorme bandera que preside mi habitación.

Esta vez, Australia es noticia no por sus deportistas, ni por sus propios deportes, ni por sus actores, sino por su primer ministro.

El primer ministro australiano, John Howard, es conocido por sus formas campechanas, que dice lo que piensa y que cree en el país que dirige. En el caso que nos ocupa hoy, Howard hizo unas declaraciones que podrían considerarse polémicas en un periódico australiano.

Opinión personal, me encantaría poder tener un presidente del gobierno así, con ese valor, esa determinación y esa forma de creer en su nación.

Os dejo el articulo del Sun Times del 23 de mayo.

SYDNEY, may 23, 2008 (Sun Times)

El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia; en unos momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían en un futuro lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente.

Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen en las mezquitas que hay en la nación.

'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos', expresó con firmeza el mandatario. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.

'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'

El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. 'Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una realidad. Se trata de hombres y mujeres de ascendencia cristiana que fundaron esta nación basándose en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra creencia en las paredes de nuestras escuelas. Si Cristo les ofende, entonces les sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura'.

'Toleraremos vuestras creencias, pero tenéis que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfrutéis de lo nuestro, pero cuando dejéis de quejaros, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Os recomiendo encarecidamente que aprovechéis la gran oportunidad de libertad que tenéis en Australia. ¡Aquí tenéis el derecho de iros a donde más os convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los acogió'.
[+/-] Seguir Leyendo...

1 comentario:

  1. Lo contrario de lo que dijo Howard es lo que pasa en España: aquí los que parece estamos de más somos los españoles, los que van o no van a misa los domingos, los que hablan español o castellano, los que les gusta el fútbol o no le gusta.
    Ese es nuestro mal, pero, me atrevo a extender, ese es el mal de Europa: un contiente sin principios ni políticos ni éticos.
    Y no tiene nada que ver con la libertad, pues sé que si viviese en uno de los países donde quieren vivir los de la sharia, nunca habría podido escribir ni poesía ni literatura, ni este comentario.

    ResponderEliminar

¡Comenta! ¡No te cortes!